Vivir con niños es realmente una aventura llena de amor y de momentos inolvidables. Cuando nos convertimos en padres o madres, nuestro hogar se convierte automáticamente en un espacio de risas y juegos, pero también comienza el desorden. Seguro que en muchos momentos has soñado con tener el poder de hacer ¡chas! y que todo estuviera colocado y limpio, ¿verdad? Aunque a veces puede parecer imposible, mantener el orden, la limpieza y la felicidad en casa es posible con unos pequeños trucos que te compartimos desde Ricitos de Oro para lograr un hogar con armonía y lleno de amor.
1.- Un espacio de juego siempre ordenado.
Si tienes bebés o niños pequeños en casa, sabes que los juguetes parecen multiplicarse mágicamente. De repente, el salón está repleto de juguetes, pero, ¿cómo mantener todo bajo control?
Crear zonas definidas para el juego es una forma súper práctica para mantener el orden. Puedes dedicar un rincón del salón o que los juguetes no salgan de su habitación. Utiliza cajas o cestas para organizar los juguetes.
2.- El orden es cosa de todos.
Para que la casa esté siempre ordenada y podáis disfrutar de un hogar en paz, es fundamental que todos participen en estas tareas, incluidos los peques de la casa, por ello, es importante enseñarles desde una edad temprana a que esta también es su responsabilidad en su rutina diaria para que todos os podáis sentir bien. Porque cuando las cosas están en su lugar, es más fácil relajarse y disfrutar del tiempo en familia.
Lo adecuado es adaptarlo a su edad y que poco a poco sus responsabilidades vayan creciendo. A ellos les hace muy felices poder colaborar y tener una pequeña responsabilidad y les da una sensación de logro. Por ejemplo, desde que cumplen los 12 meses aproximadamente se les puede empezar a enseñar a recoger sus juguetes. En este sentido, os proponemos convertir el momento de recoger en un juego, por ejemplo, competir para ver quién guarda más rápido, utilizar solo el tiempo que dura una canción como una cuenta atrás o hacer esta tarea cantando una canción, aquí te dejamos una idea para hacerlo juntos. De esta forma conseguirás mantener la limpieza de la casa en orden y también hacer que sea más divertido para ellos.
Cuando llegan a los 2 años pueden llevar su ropa sucia al cesto de la ropa, poner su servicio en la mesa o guardar sus zapatos. Y entre los 2 y los 3 años se les puede empezar a enseñar a hacer su cama. Pero es importante que no pretendamos que las tareas las haga como si las hubiéramos hecho nosotros, ellos las hacen como pueden y podemos darles pequeñas indicaciones para mejorar, pero si ven que nosotros siempre vamos a cambiarlo, se frustrarán y conseguiremos el efecto contrario. Por ejemplo, si su tarea es hacer su cama, al principio es posible que no la dejen perfecta, pero debemos de asumir que es parte del proceso de su aprendizaje.
3.- Los juguetes en la hora del baño
La hora del baño es uno de los grandes momentos del día que puedes compartir con tu bebé, un momento tranquilo y divertido en el que jugar con sus juguetes favoritos. Sin embargo, en ocasiones se acumulan una gran cantidad de juguetes en la zona de la bañera y hacer que parezca desordenado y nos lleva al caos. ¿Cómo lo puedes evitar?
Con niños en casa, el espacio puede volverse un bien preciado. Sin embargo, es importante enseñarles a respetar los límites y el espacio personal de cada miembro de la familia, ya que esto contribuye a una convivencia armoniosa y feliz. Esto incluye no solo las zonas comunes, sino también los objetos personales de cada uno. Establecer límites claros desde el principio ayuda a evitar conflictos y a mantener un hogar más ordenado.
Por otro lado, la opción de poder crear espacios de relajación para todos es una gran opción para que cada miembro de la familia pueda relajarse y desconectarse. Puede ser un rincón de lectura, una silla cómoda o incluso un lugar en el jardín. Tener un espacio dedicado al descanso es vital para el bienestar y la felicidad de todos.
5.- Diversión y rutina, los mejores aliados
Con los niños pequeños, la diversión os ayudará a que las obligaciones las tomen con energía y buen humor. Para lograrlo puedes crear juegos para mantener el orden. Hacer de la limpieza un juego es una excelente manera de motivar a los niños. Puedes establecer desafíos, como ver quién encuentra la forma más creativa de ordenar la habitación.
En definitiva, pese a que el orden y la limpieza de la casa con niños pequeños sea a veces misión imposible, siempre hay opciones que ayudan si todos colaboramos, haciendo entender a los más pequeños que ellos también son uno más en el cuidado de la casa.
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