La cesárea es una cirugía mayor y, por ello, requiere una recuperación especial para que te puedas sentir bien y cuidar de su bebé con energía. Aunque el nacimiento de tu bebé es un momento único, es muy importante que te cuides lo máximo posible y así puedas disfrutar al máximo de esta nueva etapa.
En Ricitos de Oro sabemos que este proceso es un reto físico y emocional, por eso te traemos estos 10 consejos que te ayudarán a recuperar tu bienestar y a disfrutar de esos momentos de oro con tu pequeño.
Tras la cesárea, es fundamental que mantengas la zona limpia y seca, y que sigas las indicaciones médicas sobre el lavado y el cambio de apósitos. Por otro lado, te recomendamos que uses ropa cómoda y holgada para evitar roces y si tienes alguna molestia o notas algún cambio en tu cicatriz, no dudes en consultar con tu médico o matrona.
Es muy importante proteger la cicatriz en los días posteriores a la cirugía, por ello, los profesionales recomiendan sostener el abdomen con ambas manos al toser o estornudar, ya que estos movimientos incrementan la presión en la zona.
Las primeras semanas tras la cesárea, tu cuerpo necesita recuperarse. Evita lo máximo posible levantar peso – solo el de tu bebé -, y hacer movimientos bruscos o actividades intensas.
Por otro lado, te animamos a que camines, ya que contribuye a prevenir la formación de coágulos y a estimular el tránsito intestinal. Durante los primeros días, es posible que lo hagas con una ligera inclinación hacia adelante para reducir las molestias de tu abdomen. De hecho, al siguiente día de dar a luz, por lo general, tu ginecólogo te indicará que debes comenzar a dar paseos breves. Poquito a poco.
Una dieta rica en fibra, frutas y verduras te ayudará a evitar el estreñimiento, un problema común tras la cesárea. También se recomienda beber abundante agua y evitar bebidas con cafeína para contribuir a una mejor cicatrización.
No te preocupes, es normal tener sangrado vaginal durante varias semanas tras la cesárea, aunque si notas un sangrado excesivo o mal olor, consulta de inmediato a tu médico. Para estos días, te recomendamos que uses compresas de algodón.
La posición al dar el pecho puede ser un desafío tras una cesárea. ¿Cómo me pongo, cómo coloco al bebé? Opta por posiciones que no presionen tu abdomen, como la postura en rugby o semi-reclinada. Si tienes dudas, consulta con tu matrona o una asesora de lactancia.
El dolor es normal en los primeros días. Sigue las indicaciones de tu médico para asegurarte de que la recuperación sea adecuada. Si el dolor persiste o empeora, acude a tu especialista.
Los primeros días con un bebé recién nacido es un reto, y si a esto le sumamos que ha nacido mediante cesárea, la mamá tendrá un doble reto. Por ello te recomendamos que intentes descansar cuando el bebé duerme, aunque al principio puede ser complicado porque realizan muchas tomas cada pocas horas. Si tu bebé toma biberón, intenta que otro familiar le de varias tomas para que tú puedas descansar.
Déjate cuidar, que tus familiares sean los que preparen la comida, mantentan la casa limpia y ordenada y te ayuden con los cuidados del bebé.
Si crees que necesitas ayuda durante esta etapa de tantos cambios, no dudes en compartir tus emociones. Todo lo que sientes es normal.
Programa tu primera revisión con la matrona o ginecólogo entre los 7 y 10 días tras la cesárea para revisar los puntos y la cicatriz. Si notas signos de infección, fiebre o dolor intenso, acude de inmediato a urgencias.
A pesar de la importancia de la recuperación, seguro que encuentras pequeños ratitos para reforzar el vínculo con tu bebé, como tenerlo piel con piel, realizarle suaves caricias sobre su piel, hablarle de manera suave o disfrutar juntos de la hora del baño de manera calmada, que le aportarán seguridad y favorecerán la lactancia.
El baño es uno de los momentos de oro más especiales entre la mamá y bebé. Es un instante de cuidado, mimos y conexión, que marca el inicio de la rutina nocturna y favorece el sueño. Nuestro querido Osito Ro sabe lo importante que es este vínculo y os quiere acompañar en esta preciosa etapa, ayudándote a convertir el baño en un espacio único.
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Y, mamá, recuerda que cada experiencia es única, al igual que cada mamá y su bebé, y cada una tiene su ritmo de recuperación. Así que escucha a tu cuerpo, descansa todo lo que puedas, cuídate mucho y sobre todo, déjate cuidar para poder disfrutar como mereces de esta nueva aventura.
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