Seguramente, tu cabeza esté a mil revoluciones pensando en ideas para ir introduciendo estos alimentos de forma progresiva y sobre todo, que sean un éxito y tu peque pueda disfrutar de la comida, a la vez que está bien alimentado para que crezca fuerte y sano. Una etapa fundamental en la que es importante hacerlo de manera saludable. Desde Ricitos de Oro te contamos lo que debes tener en cuenta en cada etapa.
La lactancia, su primer alimento
La leche es el primer alimento que tomará tu bebé, ya sea lactancia materna, si así lo desea la mamá, o leche de fórmula, y el más importante durante su primer año de vida.
La leche materna contiene todos los nutrientes esenciales que un bebé necesita durante sus primeros meses de vida, le ayuda a fortalecer su sistema inmunológico y favorece la digestión. ¿Sabías que, además, su composición se adapta a las necesidades nutricionales del bebé según va creciendo o si se pone enfermo, ya que ayuda a combatir las infecciones? También fortalece el vínculo afectivo entre la mamá y el bebé, que no solo le alimenta sino que que también le aporta consuelo y seguridad. Aunque en muchas ocasiones los inicios en el establecimiento de la lactancia materna no son fáciles, sin duda, es un regalo de por vida que le hacen las madres a sus hijos por todos los beneficios que le aporta. Y una experiencia inolvidable para ambos.
Otra opción es la leche de fórmula, un alimento que ha sido desarrollado para que sea lo más parecido a la leche materna. Una experiencia que permite que el papá o la pareja también alimenten al bebé y da más independencia a la madre, ya que el bebé no depende continuamente de la leche materna. Así pueden crear un vínculo especial tanto las madres como los padres.
Alimentación complementaria: el momento para conocer nuevos sabores y texturas
A partir de los seis meses aproximadamente, según indican los pediatras, tu peque comenzará a mostrar signos de estar listo para explorar el mundo de los alimentos sólidos, conocida como la alimentación complementaria. Una etapa en la que tu bebé explorará texturas y sabores nuevos, y comenzará a manipular los alimentos. Además, mejorará sus habilidades motoras y su autonomía. Sin duda, una aventura en la que cada nuevo alimento es un gran descubrimiento que abre las puertas a un mundo nuevo de sensaciones para tu pequeño.
Antes de comenzar con ella, consulta con tu pediatra si tu bebé está listo para empezar a probar, ya que tiene que cumplir algunos requisitos como que haya perdido el reflejo de extrusión, que se interese por la comida que tú comes o que se siente con apoyo y tenga buen control de la cabeza.
En cuanto a los alimentos que se aconsejan para comenzar, tu pediatra te guiará con los primeros y los que se pueden ir sumando según tu bebé crezca. En cuanto a la forma de ofrecerlos, pueden ser triturados, en trozos o hacerlo de manera mixta, pero lo importante es que elijas una opción que te haga sentir tranquilo. Muchos papás comienzan con triturados y paulatinamente van ofreciendo comidas menos trituradas y con trozos más notables. Te aconsejamos que también lo hables con tu pediatra.
Recuerda que entre los 6 y 8 meses de edad, los dientes comienzan a salir. Esta etapa suele conllevar dolor en las encías e inflamación, te animamos a prepararle esta receta de helado casero para calmar el dolor y bajar la inflamación. Además, podéis preparar esta opción saludable en familia ya que es muy sencilla.
Nuestro osito Ro os recomienda comer todos juntos en la mesa junto al bebé, para comenzar a establecer la rutina de que es un momento que compartir en familia sin más distracciones que vuestra compañía y de disfrutar de la comida.
Aquí te dejamos algunas ideas de recetas de alimentación complementaria, que están de rechupete.
Convertir la hora de comer en un momento divertido
Esta nueva etapa hace que muchos padres nos sintamos tensos porque es algo nuevo para ellos y para nosotros, sin embargo, desde Ricitos de Oro queremos transmitirte que se puede convertir en un momento de disfrute y aprendizaje con el menor estrés posible. Para ello, aquí te damos algunos consejos.
Siempre limpios después de las comidas
Con la introducción de la alimentación complementaria, al ser una etapa de experimentación y aprendizaje, los peques se ensucian mucho y en ocasiones seguro que piensas en llevarles directamente a la bañera. Por eso, el gel-champú 2en1 de Manzanilla o de Lavanda & Lechuga se convertirá en tu mejor aliado para mantener a tu pequeño limpio y sin irritaciones, ya que son suaves con el cuidado de su piel.
Cada momento que pasas alimentando a tu bebé es una oportunidad para crear recuerdos inolvidables y fortalecer el vínculo que los une. Y recuerda, que la paciencia y el amor son los ingredientes más importantes en esta etapa maravillosa del crecimiento de tu pequeño.
Ricitos de Oro, tan natural como el amor por tu bebé. Fórmulas suaves e hipoalergénicas a base de ingredientes naturales que cuidan y protegen a los más pequeños de la casa mientras que, a través del juego y la diversión, ayudan a reforzar vuestro vínculo.
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